El Valencia CF echa a andar tras una temporada 21-22 con más sombras que luces en la liga. Noveno puesto con 48 puntos, se quedó lejos de poder entrar en Europa y remó hasta la orilla en la Copa del Rey, perdiendo la final ante el Real Betis en los penaltis.
Para mejorar la situación y para cubrir las dolorosas salidas de Soler y Guedes en verano el equipo se reforzó con varias llegadas en forma de cesión e incluso algún traspaso con miras al futuro. La ilusión volvió aunque los fichajes seguían siendo en un perfil bajo, sin grandes inversiones y buscando la formula de reconducir la carrera deportiva de jugadores que vienen en forma de cedido. Los fichajes a coste cero también han sido muy importantes esta temporada.
El primer fichaje del equipo valenciano fue el de Samu Castillejo. El malagueño de 27 años rescindió su contrato con el Milán y fue petición expresa del técnico italiano. Días después llegó cedido Lino, jugador adquirido por el Atlético de Madrid y que da más opciones en las bandas del equipo che. El siguiente fichaje del equipo fue el de Nico González, que llegó del FC Barcelona para ser muy importante y ser claramente uno de los líderes de la medular. En los últimos días del mercado llegaron algunos jugadores más al equipo: André Almeida, Cenk Ozkacar, Ilaix Moriba, Justin Kluivert y el fichaje que más ilusionó a la afición, Edinson Cavani, jugador que hizo una apuesta personal muy fuerte por el proyecto y que es el nuevo líder del conjunto.
En el mercado invernal la situación del equipo ha empeorado mucho más. Cansado de no recibir jugadores que llevaba pidiendo meses Gattuso hizo las maletas y Voro se hizo cargo del equipo ché hasta que ha llegado Baraja para intentar revertir la situación.