Podemos analizar el partido. Intentar entender el plan de Sergio González, entregando el balón al Huesca desde el minuto 1 y jugando balones largos a delanteros de menos de 1,75 cm. Como se pone por delante gracias a un gol de Bruno de cabeza en un corner botado por Óscar Plano. Como en la primera parte ya, Roberto se perfilaba como mejor jugador de su equipo anulando los cabezazos de Rafa Mir.
Podemos también hablar de como el Real Valladolid se pone 0-2 gracias a un penalti cometido sobre Toni Villa y que transformó magistralmente Waldo Rubio. Pero la clave comenzó justo en este momento, cuando el equipo blanquivioleta estaba celebrando este segundo gol y el club oscense tenía claro que no se iba a rendir.
En menos de un minuto desde el saque de centro, el Huesca conseguía recortar la diferencia, tras un pase profundo en el que Bruno, el central del equipo blanquivioleta, dejó claro que no está en su mejor momento a pesar del gol. Rafa Mir de forma, magistral, define ante el gigantesco portero vallisoletano que estaba cuajando un gran partido.
Era el minuto 52, y si en ese momento preguntamos a los entrenadores, a Sergio González no le hubiera importado que no le pitaran el penalti, y en cambio Michel estaba encantado por el cambio motivacional que iba a dar su equipo en estos momentos. Aprovechando esto, el mister oscense decide dar entrada a un ex Real Valladolid: Sandro Ramírez.
En menos de un minuto desde su entrada, después de otro paradón de Roberto y siendo el primer balón que tocaba, el delantero canario hacia el gol del empate que a la postre resultaría definitivo.
De aquí al final, un Huesca que mostraba las ganas por llevarse los 3 puntos, un Real Valladolid asustadizo y cobarde, al que parece que empieza a pesar la presión clasificatoria, y un Roberto Jiménez que justificaba con creces la decisión de su entrenador de alinearle a él, y no al ya recuperado Jordi Masip.
Un punto que sirve para seguir sumando a un Huesca al que es realmente complicadísimo ganar, y un punto que sirve al Real Valladolid para abandonar el farolillo rojo, pero que deja al equipo de Ronaldo (que parece haber desaparecido en las últimas semanas) en una situación complicada con la necesidad de ganar en la jornada 7 al Deportivo Alavés, o si no la lista de entrenadores disponibles comenzará a revolotear el José Zorrilla.
