Elche, agosto de 2019. Tras los fichajes de Fidel y Pere Milla, y la comunicación de la liga del presupuesto, no había dinero para más. En el lateral derecho únicamente estaba Tekio. Iván Calero volvía tras una gran temporada cedido, pero se dejaba marchar. Quizás el club buscaba algo de más nivel para esa banda derecha. El año pasado, la primera temporada en 2ª después del descenso a Segunda B, el lateral lo cubrieron entre Alexander y Tekio.
No había dinero para más. Íbamos a empezar la temporada con Tekio y “ese chico del filial”. Pacheta y el resto del cuerpo técnico algo vieron en Oscar. Si no venía nadie, no sería un desastre.
Pasaron las jornadas y cada vez, partido a partido, la gente iba conociendo a Óscar. Los rivales también. Les costaba un mundo superarlo. Esas ganas y esa juventud daba mucha fuerza al equipo. Tanto es así, que en diciembre, estuvo a un paso de firmar la renovación, de dejar de tener ficha amateur y cumplir su sueño de ser miembro del primer equipo. Nunca llegó a firmarse esa renovación. El cambio de dueño en el club propició que la operación quedara parada, pero el que no paró fue Oscar. Cada vez que jugaba, lo hacía mejor. Pasaban los partidos y ahí seguía en el once, un fijo para Pacheta.
Y llegaron los Playoff, dónde nadie se esperaba lo que iba a suceder. Pero ya era tarde. Oscar ya había crecido, ya no era ese jugador amateur que nadie conocía a principio de temporada. Ya era internacional sub21 y tenía muchas ofertas en la mesa. Ahora ya era tarde para negociar.
Gracias Oscar, gracias por seguir jugando siendo el que menos cobraba del equipo, gracias por subir y bajar esa banda aun estando sin fuerzas. Gracias también por jugar con molestias, caer lesionado y volver más fuerte que antes.
Y gracias, porque junto al resto de la plantilla, nos habéis devuelto la ilusión.
