
Se abría la jornada en el Sadar con un duelo entre dos equipos necesitados de alegrias y de victorias, y ambos se fueron con un empate bajo el brazo, escaso botín para unos y otros. Una parte para cada equipo, y un resultado justo por sensaciones aunque quizá menos por ocasiones.
La primera parte fue totalmente oscense. Un Osasuna desdibujado no era capaz de enlazar jugadas y el balón duraba poco o nada en los pies de los jugadores rojillos. Pronto llegó el gol de Sandro, que aprovechaba un rechace de Sergio Herrera para adelantar a los de Michel. No dispuso de muchas ocasiones, más allá de una de Rafa Mir muy clara, pero tuvo el absoluto dominio del balón y el juego. Lo mejor para Osasuna, era un resultado corto que le dejaba opciones para la segunda parte.
Y en esas empezó el segundo acto del partido con un decorado completamente distinto. Fue Osasuna el que llevó el ritmo del juego y fue encadenando ocasiones hasta que en una jugada a balón parado, un testarazo de David García puso el empate en el marcador. Justo cuando parecía que podía llegar la remontada, y el partido pintaba más para los de Arrasate, se volvió a equilibrar, y empezaron a pesar las piernas dejando un tramo final del partido, ya sin dueño claro, y con acercamientos para ambos equipos. Tras este empate, el equipo alcanza los 11 puntos y tendrá la próxima semana el reto de intentar sacar algo del Camp Nou.