El Elche recibía al Valencia el viernes pasado en su estadio con respeto. Venía un grande, un poco venido a menos, pero un grande al fin y al cabo. Aún estaba en el recuerdo la derrota frente a la Real en la primera jornada.
El equipo salió fuerte, con las líneas juntas, sin dejar espacios al rival. Como en partidos anteriores, la altísima efectividad de los atacantes ilicitanos volvió a ser clave. Tres tiros a puerta, dos goles. El primero tras jugada personal en banda de Josan, igual que las que hacía en segunda, encaraba para dentro y lanzaba al palo largo con la zurda. Gol clonado a varios en segunda este mismo año.
Poco después Fidel lograba el premio a su trabajo incansable de estos últimos partidos al mandar a la red una jugada con algún rebote y en el que le dejaron disparar al borde del área. Con esto y con el Valencia aún durmiendo, se llegó al descanso.
Tras el descanso el Valencia salió de su letargo y empezó a generar ocasiones y peligro. El gol de Lato ponía la incertidumbre y los nervios en el equipo local, que estuvo a punto de perder la ventaja de dos goles en la jugada siguiente en un balón que se colaba y sacó Verdú bajo palos.
Continuó el asedio valencianista frente a un equipo que notó mucho el bajón físico de los últimos 20 minutos y no tener recambio de referencia arriba para desahogar al equipo. (Carrillo y Boyé estaban fuera de la convocatoria).
Los mejores:
- Edgar Badia, otra vez, sacó un balón que parecía gol.
- Josan-Fidel, la dupla de extremos en segunda, fueron claves con sus goles en primera y actuando de carrileros.
- Raul Guti, al lado de Marcone está creciendo cada jornada que pasa.
Los peores:
- Lucumí, no aportó nada en ataque, se espera más de él.
- Koné, si no se baja “al barro” y se deja de lucimientos personales y empieza a sacrificarse por el equipo, acabará saliendo de la plantilla en Enero.